Te propongo ver dos maneras distintas de resolver escaleras de dos tramos.
Como seguramente la decisión de vivir en dos plantas ya es un hecho, habrás descubierto algunos secretos para equivocarte menos al construirlas. Si no lo hiciste, puedes leerlo.
Más allá de las generalidades, supongo que estarás buscando ejemplos de tipos de escaleras interiores que ayuden a orientar tus ideas, que hasta ahora no están muy definidas.
En este artículo voy a tratar de mostrarte dos casos totalmente distintos. Dos formas opuestas entre sí de resolver escaleras de dos tramos.
La diferencia va más allá de los materiales o la técnica constructiva que se eligió para materializarlas.
La intención final es contarte la forma en que fueron usados esos elementos.
Verás dos intenciones de diseño distintas, que generaron dos diferentes imágenes de ambientes entre las cuales podrás elegir la que más se adapte a aquella idea que tenías en mente.
Alternativas para construir escaleras de dos tramos
Hay tantos tipos y diseños de escaleras interiores como la imaginación lo permita imaginar.
Muchas veces la elección tiene que ver con un criterio de estética, de economía, de espacio, de disponibilidad de materiales o una mezcla de ellos.
Aquí van dos ideas de diseño para escaleras de dos tramos; dos criterios opuestos e igualmente efectivos.
Escaleras de dos tramos: Opción Nº1
En las primeras imágenes podrás ver una escalera de concreto de dos tramos.
Este es el caso de una escalera de hormigón armado (concreto), en la que el material está usado como estructura de soporte sobre la cual, luego, se usaron otros materiales de terminación.
El material elegido para completar el revestimiento de esta escalera de dos tramos, en esta oportunidad es la madera. La misma fue usada en piezas de menor espesor, como cobertura de huellas y contrahuellas.
Primera intención: usar la madera como revestimiento en lugar de material de construcción, por un lado, abarata significativamente el costo de las escaleras interiores.
Claro está, en este caso estamos hablando de una región constructiva en la cual este material (madera) no es una de las materias primas disponibles más económicas.
Segunda intención: al tener una estructura de hormigón armado no se requiere una mano de obra especialmente calificada, sobre todo si la comparamos con otras escaleras de dos tramos, exclusivamente hechas en madera, que SI O SI precisarían de un carpintero con mucha capacitación.
La del ejemplo es una simple escalera interior, en la que los dos tramos la hacen mucho más segura en el caso de una eventual caída, al dividir el recorrido en dos partes. Duro de imaginarlo, pero real al fin.
Además el descanso, actúa como espacio útil para acomodar el paso de subida hacia el segundo tramo de escalera.
Como estrategia en este diseño de escaleras, se usaron otros elementos especiales con el fin de aportarle carácter.
En ese sentido podrás ver:
• La iluminación embutida en el muro para los escalones de arranque
• Difusores de luz sobre la pared para iluminar indirectamente el descanso de la escalera.
• Ventanas al exterior, que mejoran la iluminación natural y permiten visiones hacia el exterior, haciendo del uso de la escalera una experiencia más placentera.
• La utilización de piedra en el muro de fondo, en los tonos de la madera, para aportar un toque rústico. Como dato anecdótico vaya una imagen de acercamiento donde se destaca una ostra petrificada, que se descubrió luego de su colocación. Rarezas de la construcción.
Como valor complementario, el espacio que se genera bajo esta escalera de hormigón, puede cerrarse y destinarse a diversos usos (Baño de servicio; depósito; etc.), aprovechando una superficie residual con mucho potencial de uso.
La estrategia de diseño que se buscó es esta escalera de dos tramos, fue lograr una imagen final que pretende transmitir fundamentalmente solidez (masa hormigón), calidez (madera) y rusticidad (piedra). La clásica escalera de madera, pero con estructura de concreto.
Escaleras de dos tramos: Opción Nº 2
A diferencia del caso anterior (escalera de hormigón), en esta segunda alternativa de escaleras de dos tramos, lo que cambia es fundamentalmente su estructura de soporte.
En este clásico ejemplo de escaleras de hierro y madera, aquí se usó el caño estructural pintado a fuego con esmalte gris, lo que aporta un contraste entre la frialdad del metal y la calidez de los escalones de madera.
El ambiente del que forma parte esta escalera de dos tramos es un Comedor desde el cual se accede a un entrepiso.
La misma se diseñó básicamente en un tramo principal, con dos pequeños desvíos, uno en el arranque y otro en la llegada.
Dos hechos condicionaron el desarrollo que se eligió.
Por un lado la estrechez del ambiente, que hubiera limitado la comodidad de uso de haberse elegido un planteo de escalera en “U”, la que hubiera resultado muy invasiva.
Por el otro, en este caso la diferencia de niveles a salvar hasta el entrepiso es menor a lo que hubiera sido la habitual en una planta alta. Esto requirió menos escalones, y por tanto un menor desarrollo de escalera.
Al tener sólo un frente abierto, la protección de pasamano y barandas de escalera, éstos se resolvieron en caños metálicos espaciados, para minimizar el riesgo de accidentes.
El uso de la madera se limitó a las huellas (pisada).
Las contrahuellas (alzada) se dejaron vacías para minimizar el impacto visual y favorecer una imagen de liviandad que no pesara en el ambiente y no resultara muy invasivo.
La madera se repite como motivo de diseño tanto en el modular como en la mesa para lograr cierta uniformidad en la imagen final de la decoración.
Si bien la elección del mobiliario puede ser anterior o posterior a la elección del tipo de escalera, es interesante (no excluyente) tratar de conservar una coherencia en la repetición de algunos materiales para lograr un conjunto armónico. Así el ojo humano logra encontrar puntos de contacto en común que le anticipan cierta previsibilidad.
Claro está que la estrategia de diseño de escaleras hubiera podido ser totalmente contraria, y los resultados igualmente agradables. En todo caso, lo más importante es elegir una idea para comunicar y proyectar en base a ella.
La principal ventaja de este tipo de escaleras es la simplicidad de fabricación y la rapidez y limpieza en el montaje. Se construye casi enteramente fuera de la obra, sobre la que al final, solamente se procede al armado.
A la hora de evaluar tiempos de trabajo y movimientos de materiales dentro de la casa, no hay dudas que habrá que tener muy en cuenta este tipo de soluciones.
El sistema de anclaje al piso y paredes se resuelve con tornillos metálicos. Aunque esto pueda ser poco probable, este modo de fijación permite un eventual desarmado.
La impronta visual que trasmite es mucho más liviana y etérea que en el caso anterior, básicamente por la economía de materiales y la sencillez del diseño.
En este sentido, el espacio bajo la misma se dejó libre y se incorporó al uso del mobiliario para favorecer la sensación de amplitud del ambiente.
Escaleras de dos tramos: dos estilos diferentes, dos sistemas constructivos.
Y la posibilidad cierta de elegir el que más se adapte a tu propio espacio.
Autor: Arq. Marcelo Seia