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Cómo Evitar Humedad en las Paredes

Si quieres enterarte cómo evitar humedad en paredes con una sencilla práctica constructiva, reserva los próximos 2 MINUTOS para ahorrarte muchos problemas futuros.

Sin ningún lugar a dudas EL MAYOR ENEMIGO de cualquier arquitecto es la humedad.

Peleamos una batalla diaria en la obra para, entre otras cosas, no tener que lidiar con el reclamo de un cliente con problemas de humedad. Problema que no sólo deberemos solucionar, sino también explicar ¡por qué sucedió!

Si bien se supone que para solucionar un problema de humedad, primero hay que saber por qué se originó, yo te pregunto, (y aquí te pido que pongas tu mano sobre el corazón):

¿Cuántas veces intentaste hacerlo probando y probando a ciegas, rogando a Dios que te ayude a solucionarlo? ¡Bienvenido a la comunidad!

Para que todos los actores de la construcción dejemos de sufrir con la obra (¡estamos en el mismo barco!), vamos a intentar encontrar algunas razones para tener menos problemas al construir, o al menos para entender porqué ocurre lo que no tendría que ocurrir.

¿Buscando soluciones?

Dos de las cosas más importantes que he aprendido en mis años de profesión como arquitecto son:

• Hay que tratar de analizar las causas que originaron el problema que pretendemos solucionar. “Tanteando” sólo se consigue sufrir.

• No hay que alentar falsas expectativas en nuestro cliente si no tenemos mucha idea de ¡cuáles son esas causas!

Convengamos en que la humedad tiene esas cosas: surge allí donde no debería hacerlo y parece no haber razones para entenderla. Es como si estuviéramos condenados a tener que ir desarrollando un repertorio de excusas para explicar lo inexplicable, ¡sólo para ganar tiempo hasta que encontremos una solución!

A diferencia de los médicos, que prescriben análisis o realizan biopsias, los arquitectos debemos hacer un diagnóstico sólo mirando los síntomas y muchas veces, peor aún, en una obra que estamos dirigiendo nosotros mismos. Quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra.

Una técnica para evitar humedad en la pared

Así como uno tiene la certeza que si manejamos arriesgadamente podremos accidentarnos, también hay que ser conscientes que si hacemos ciertas cosas (mal hechas) podremos tener problemas, no sólo humedad en paredes, sino en cuanto sector de la casa se te ocurra.

Supongamos que la casa ya tiene bien hecha su capa aisladora, o sea, está protegida de la humedad de cimientos. Estuviste dirigiendo la obra y suponemos que lo pudiste constatar.

Pero “mágicamente” un día, la pintura empieza a descascararse por encima del nivel de los zócalos y el revoque a desprenderse. El dueño de casa te llama, y por más que te empeñes en explicar que todo estuvo bien hecho, algo que no debería haber pasado, ocurrió.

humedad en paredes
Efecto de la humedad sobre los zócalos

Entonces, para aliviar tu sufrimiento, aquí una práctica sencilla para no tener que sacar la humedad de las paredes, y en definitiva, tratar de “minimizar esas llamadas”.

Humedad por capilaridad: una de las principales fuentes de humedad en paredes

Habrás oído hablar que muchos de los problemas en la obra, sobre todo de la humedad en paredes, tienen que ver con lo que llamamos humedad por capilaridad.

No quiero complicar con explicaciones técnicas, así que sólo voy a decir que la humedad por capilaridad se produce por un proceso de ascenso del agua y las sales minerales por los poros y capilares de los materiales con los que están construidas las viviendas.

Aunque hayas hecho una correcta aislación de la humedad que viene desde los cimientos, en muchos casos el problema suele estar en una mala terminación de los revoques (internos y externos) en el sector más bajo, o sea contra los pisos.

Si el revoque grueso, ¡que NO ES impermeable!, hace contacto con los contrapisos o carpetas de asiento de los futuros pisos, lo más probable es que terminen transmitiendo por contacto, la humedad de ese sector hacia arriba.

No se entiende. Veamos.

Cómo evitar la humedad de las paredes, ¡antes de que aparezca!

El proceso es sencillo.

Los pisos se mojan o se humedecen, por lavado o por simple condensación. Esa humedad pasa bajo los zócalos (si, pasa), y toma contacto con el revoque grueso, que como una “esponja”, la absorbe y la transmite por capilaridad hacia arriba. La historia que sigue ya es por todos conocida.

Si te tomas el trabajo de interrumpir los revoques gruesos en los últimos 10 o 15cm sobre el suelo, habrás dado el primer paso para cortar con este circuito maldito.

humedad en paredes
Interrumpir revoque grueso sobre el contrapiso
humedad en paredes
La misma interrupción del revoque ¡CON MEJOR TERMINACIÓN!

Si luego te ocupas de hacer completar ese sector con revoque hidrófugo, es decir, una mezcla en base a cemento y agregados químicos que le dan impermeabilidad, habrás completado el tratamiento de prevención, que como efecto colateral, ¡logra disminuir los dolores de cabeza!

humedad en paredes
Terminación inferior de revoque impermeable
humedad en paredes
Sector bajo terminado y resto a completar

Sector bajo terminado y resto a completar. Resulta tan simple que hasta da un poco de pudor tener que comentarlo.

Pero a la luz de tantos ejemplos que se ven a diario, creo que esto de “volver a las fuentes” con las prácticas constructivas básicas, es indispensable si queremos eliminar la humedad de las paredes.

Te garantizo que funciona, y lo hace muy bien. Es una de las mejores soluciones para combatir la humedad de las paredes.

Además, estoy seguro que te será de gran utilidad para encontrar una de las principales causas que ocasionan eso que te pasa y hasta ahora no sabías explicar.

Todo es cuestión de incorporar el hábito.

Como digo siempre, las ideas tienen que circular; no hay razones para guardárselas.

He aprendido, (y lo sigo haciendo), en base a mis experiencias (las buenas y las malas), y como han sido muchas, estoy seguro que ésta te servirá para tener una vida “menos húmeda” y más feliz.

Arq. Marcelo Seia